Con sumo cuidado y lentitud sacó la hoja de la máquina y, descansando la mirada en aquel final, una lágrima recorrió su mejilla. La secó con la manga antes de que cayera sobre el papel. Colocó la hoja encima de las demás y concluyó así su obra.
Aquella autobiografía con final feliz no era una evasión de la realidad, al menos ella no lo veía así. Había decidido publicar aquel ejemplar con el fin de darle a Cee y Robbin la oportunidad por la que lucharon y nunca llegaron a conseguir. Era un gesto amable después de todo el dolor causado. Tal vez buscaba así el perdón de sí misma, poder morir tranquila tras una vida plagada de arrepentimiento y guerra.
Atonement
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