Un tercero


-Imbécil, conozco la canción.- le dijo en un perfecto francés. El joven se asombró, pensó que era el prototipo niña rica que había salido a divertirse y él podía aprovecharse. Ante el error de su táctica, lo mejor sería utilizar una nueva.
-Oh, mis disculpas, pensé que eras una extranjera de esas tontitas.
-¿Ah sí? ¿Me ves cara de tontita entonces?- esto hizo que el chico se desconcertara.
-Emn.. no, no quería decir eso... am. ¡para nada!- se defendía mientras se sentaba disimuladamente al lado de ella.- Me parece... me parece que las pillas al vuelo... -Se rió y enredó un mechón del pelo de la chica entre sus dedos. Ella se apartó.
-¿Esque no lo ves? No me interesas chico.
-¿Seguro?- le susurró al oído. Con una mano sujetó las suyas y con la otra comenzó a toquetearle.
-¡Para!- gritaba ella apartándole y empujándole.
-¿Quién es éste?- un tercer personaje apareció en aquel rincón. Un chico de una constitución normal, no muy alto, pelo negro y corto, ojos pequeños y cara enjuta.

1 comentario:

La mala de la película dijo...

Ala! que le pegue que le pegue!