Lo llamaban el buque de los sueños

La esquina de la manta estaba empapada por mis lágrimas, y también parte del reposabrazos del sofá.
El Titanic se hundió en la pantalla.
El cuarteto de cuerda seguía resonando en el salón pese a la tragedia.
Rose le promtió al cadáver de Jack no rendirse jamás y luego lo dejó sumergirse en el agua helada.
Dawson, Rose Dawson.
Y el buque se reconstruyó en los sueños, a la vez que Jack. Entonces acompañaron a mis lágrimas sollozos.

Una mujer de rizos irrumpió en la habitación.
Tranquila tranquila. Que en realidad no muere. Que yo lo he visto en más pelis.

Tras unas risas y su salida, se giró la muchacha de pelo liso.
Sí, pero el Titanic se hundió de verdad.

1 comentario:

Paula Sánchez Álvarez dijo...

- Ha sido un placer tocar con ustedes esta noche, señores. Les deseo buena suerte.

Crash.

Nos vemos en otra vida, mi muy querido Jack.

(Esque es cierto. Se hundió. Y los botes no volvieron a buscarles)