Polaroid 600

-Yo quiero, yo quiero.- dije saltando intentando alcanzar la cámara que mi padre sostenía en sus manos.
-Vale, pero ten cuidado.
Intenté sacar la foto desde abajo (ya que mi altura no alcanzaba a mucho más) pero el mundo no cabía en el objetivo (al menos no mi concepción del mundo en aquel instante).
-No quiero. No se ve.- descolgé la cámara de mi cuello y se la ofrecí a mi padre. Él y mi madre se rieron.
-Ponte un poquito más atrás.- dijo mamá.
La miré y su sonrisa me hizo pensar que era posible sacar mi foto perfecta. Así que corrí a alejarme para sacar a papá y mamá de cuerpo entero.

1 comentario:

Cel dijo...

Hay veces que los altos jugáis con ventaja.
Pero solo algunas veces.