Señor Blanco

Mi personalidad no me permitía dejar que Joe matara al Señor Naranja y estaba seguro de que la personalidad del Señor Naranja no le permitía ser el traidor.
A Joe le había afectado todo esto, y apuntaba a Naranja.
Yo apuntaba a Joe y El Amable me apuntaba a mí por si me atrevía a disparar a su padre.
Rosa nos intentaba tranquilizar y arreglar las cosas. No fue capaz, los tres disparamos y los tres caímos.
Sangrando, me arrastré cómo pude hasta mi amigo, que estaba a punto de morir junto conmigo. Los dos nos retorcíamos de dolor y nos lamentábamos.
Comencé a ver borroso, a desequilibrarme. Comencé a morir.
-Lo siento..- dijo Naranja.
Las alarmas de la policía se escuchaban cada vez más cerca.
-..soy poli.
Intenté gritar, pero casi no pude. Decidí gastar mis últimos esfuerzos en colocar el arma en su cabeza.
La policía entró en aquel lugar.
-¡Suelte el arma! ¡No le dispare!- gritaban apuntándome.
Pero apreté el gatillo, después lo hicieron ellos.

1 comentario:

Paula Sánchez Álvarez dijo...

Sin duda, el Señor Rosa era el más profesional