Entre la habitación, tú.

Entre la penunmbra está medio cuerpo, y la mitad que falta, debajo de mis sábanas.
Entre sus labios se pierde mi café, se pierde y arde.
Entre sus dedos de la mano derecha sujeta el asa de mi taza. Entre los de la izquierda, reposa mi mano.
Entre mis huesos siento su calidez.
Pero es entre su mirada donde se esconde su peor arma.

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